Colgado II

Hoy desperté, y creí percibir el aroma de tu piel... no abrí los ojos temeroso de no verte, de que tan solo sea una ilusión de mis sentidos, una remebranza de algo que no está... un sentimiento perdido en los vastos rincones de la oscuridad de mi habitación... de la blancura de mis sábanas... y de la necia imaginación de mi mente percudida, que sólo funciona con el estímulo casi adictivo de tu recuerdo.

Hoy desperté, y no quize despertarme, para atrapar ese sueño que se iba, desvaneciéndose como se pierden las gotas de lluvia en el océano. Y es que la realidad es cruel, y el tiempo es lento, cuando de amores lejanos se trata... ya que las distancias son insalvables, y el olvido es un peligro. Pero no. No puedo olvidar, simplemente dejaría de funcionar. Contento con eso, quize seguir entre sueños, en mi mundo de ensueño, para seguir oliendo tu piel, con ese aroma peculiar, que me recuerda las rosas del jardín de la vecina, los jazmines en maceta de la abuela, o los nenúfares de un estanque, ese espejo de agua cristalina que refleja mis sueños y los desvanece ante la primer mirada...

Quize seguir en mi mundo, atrapado en mi mente imperfecta, que me trae el recuerdo de tu aroma cuando menos lo esperaba. ¿Por qué tengo que sufrir este suplicio?... ¿Por qué me castigo a mi mismo con este dolor?... Y es que cuando uno extraña, la depresión es profunda, y la alegría vuelve solo con el tan ansiado encuentro, ese que uno posterga para que sea más emocionante, y para que haya mas profundidad en la empatía que se genera cuando se cruzan las miradas.

Hoy desperté, y sentí tu aroma, y por un instante te creí a mi lado... me estiré para alcanzarte, pero tu te me escapabas... y mis ojos vidriosos empezaban a humedecerse... Te perdí... o nunca te tuve... quien sabe... solo encuentro un vacío enorme que se extiende desde las remotas profundidades de mi ser, desde los más intrincados laberintos de mi alma, desde las mas intrínsecas partes de mi corazón... desde ese infinito vació que me ahoga, y que siento se expande. Surgen las lágrimas de mi tristeza porque estás lejos y no puedo abrazarte... porque estás lejos y no puedo tocarte... porque estás lejos y no puedo mirarte... porque no estás... y cuando estás... ¿estás?...

Quiero soñar de nuevo, quiero volver a dormir... pero tengo miedo... tengo terror de que cuando duerma pueda volver a verte... pero luego despierte nuevamente y todo sea una ilusión de mis sentidos nuevamente... alocados por volver a tenerte cerca... ¿Vale la pena?, ¿Anhelo dos minutos de tu hermosura rondando mi mente para después sumirme en la más triste angustia por el resto del día?.... es definitivamente un precio que estoy dispuesto a pagar...

Y duermo... nuevamente... con la firme idea de volver a verte... porque no hay nada que no daría por tenerte a mi lado, y porque llenes el vacío que hay en mi cama... en mi corazón, en mi alma.... Y me duermo.... y duermo... y con mi sueño... te sueño... y te amo... como en cada sueño... que mi mente febril elabora... cuando te extraña...