Demasiado rico como para compartir

Ayer 12 de Septiembe (los que todavía no entendieron que mi vida nocturna se las dedico a Uds. a contarles lo que me va ocurriendo, mejor sigan camino nomás) fue el cumple de una chica bastante especial para mi, de la cual no voy a comentar demasiado porque no tengo ganas. Simplemente diré que la muy guacha había quedado el lunes en recibir al día siguiente (es decir, ayer, martes 12) su regalo de cumpleaños. Oh casualidad, hoy a la tarde cuando salgo del kiosko de la empresa donde le compré su increíble regalo (un bon-o-bon), la voy a buscar para hacerle entrega del simbólico y único presente que le tenía (¿?) preparado.

Si, adivinaron, la muy perra no estaba!, una de sus amigas me dijo que había cambiado el turno para no trabajar a la noche y compartir con su familia... ¿¿¿PARA QUE HIZO EL COMPROMISO CONMIGO ENTONCES??? a los viejos los ve todo el año!!! (y bueno, a mi también, pero no mezclemos).

Maldiciendo por debajo, continué con mi rutina laboral hasta volver a casa, cenar, y luego darme cuenta que tengo un suculento postre en mi bolsillo... "mah siii, mañana compro otro y listo, total son $0,50...". "Ahhh, pero $0.50 acá, $1 y algo allá, y $5 por el otro lado, me quedo sin sueldo!", me dije a mi mismo, y luego de pensarlo medio segundo volví a envolver la mitad del bon-o-bon que no fue afectada por el mordisco que le dí mientras pensaba en mi presupuesto mensual para regalos pedorros.

Así es como hoy, miercoles 13, mi mujer especial recibirá de regalo un bon-o-bon con mordisco.