Muerte segura

Luego de leer un interesante post en el blog de Morocha en el que nos cuenta que además de hermosa es una asesina cereal, se me ocurrió profundizar un poco sobre este aspecto mío tan particularmente desconocido por muchos.

Erase una vez, un niño. Este niño tenía problemas. Uno de sus problemas es que era un sociópata. El niño soñaba con las miles y unas formas de matar a alguien, sin lograr ser descubierto. El niño tuvo novia a sus 18 años. Su novia lo engañó. El niño se puso mal y fue al psicólogo. El psicólogo convenció al niño de que matar era malo. El niño sigue siendo sociópata, pero no mata a nadie porque no tiene tiempo.

Y es que planificar el asesinato perfecto lleva tiempo. Por lo menos en CSI Estados Unidos, acá en Argentina lleva unos pesos nomás... (véase: ¿Dónde está Julio López?). Sin embargo, luego de mucho estudiar el asunto, he llegado a concluir ciertos aspectos interesantes:

EL MODO: es importante planear con cuidado cómo daremos finiquito a nuestra víctima.
* Un arma de fuego deja rastros de pólvora, hace mucho ruidom es fácilmente rastreable, pero sobre todo, no es tan placentero. Bum! y listo... así uno no disfruta!
* Armas Blancas: salvo que estemos hablando de una javalina y seas campeón de lanzamiento de disco, normalmente las armas blancas no son la mejor opción tampoco. Se requiere contacto corporal o proximidad física, lo que pone en riesgo nuestra propia integridad; suele ser bastante engorroso y sucio y sobre todo, cuesta bastante mas cuando la persona es fornida y nosotros no.
* Hit and Run: descartado fácilmente por no tener auto.
* Caída al vacío: para lograr empujar a nuestra víctima por el balcón del piso 29 del departamento, primero tenemos que entrar en él, para esto no es necesario ser amigo de la susodicha... pero si no lo somos y estamos faltos de imaginación tenemos un problema.

Deben haber muchas formas mas, pero sin dudas, la que mas me gusta es la del veneno. Es limpia, no deja muchos rastros, no ensucia, no hace ruido y no es notoria a simple vista por cualquiera lo que disminuye la posibilidad de caer en cana por culpa de los bucho... digo... testigos.

Pasemos entonces a EL LUGAR:
Es importante definir en donde ocurrirá el hecho. Hoy por hoy no existen muchos descampados libres a los que podamos acudir sin ser avistados, ni callejones oscuros en donde tirar el cuerpo. La casa de la víctima siempre es delatadora pues es territorio desconocido para nosotros. Hay alta probabilidad de dejar huellas o de romper algo que llame la atención de desconocidos. Amén de que nos pueden ver.
Algo que me llamó mucho la atención, es que siempre que la escena del crimen es de presencia exclusiva de víctima y victimario, éste último siempre resulta delatado por una u otra circunstancia, lo que me llevó a concluir que la única forma de matar a alguien y salirme con la mía tiene que si o sí ser en un lugar público y muy concurrido.

Quédense leyendo, que estoy loco pero funciona igual.

Sigamos ahora con EL TIEMPO:
Todos ustedes me dirán "a la noche, OOOOOBBBVVVIIIIOOO!!!". Wrong! A la noche es cuando la gente está mas en guardia, justamente por la cantidad de crímenes que se han cometido a lo largo de la historia de la humanidad aprovechando las penumbras nocturnas. Desde chicos nos hemos acostumbrado a mantener nuestras pupilas mas grandes, nuestro ritmo cardíaco acelerado, y nuestros sentidos al 100% de su capacidad; sólo por el hecho de creer que el bicho debajo de la cama está esperándonos, o tal vez por el trauma que nos causó ver como nuestros padres fueron mutilados por ese desconocido ser frente a nuestros mismos ojos, a la tierna edad de 3 años.
Como sea, la cuestión es que a la noche estamos mas alertas, y si somos victimarios, ésto no nos conviene. Hay que aprovechar la luz del día, en donde uno (tiende) a pensar en otras cosas.

Sigamos luego con LA PERSONA:
Tópico interesante si los hay. ¿A quién le aplicaremos el desarrollo de tal espléndido planeamiento?. La respuesta vino a mi mente luego de varias vacilaciones: A CUALQUIERA.
Sin embargo, es importante destacar algunas cuestiones:
* Cualquiera, no debe tener lazos ni vínculos con nosotros de ningún tipo, y en lo posible, con nadie que conozcamos tampoco. De esa forma descartamos un elemento clave en toda investigación policíaca que nos juegue en contra: el motivo.
* Dicho cualquiera, no debe a su vez poseer relaciones sociales de ningún tipo de los que nos puedan provocar luego sentimiento de culpa alguno por su muerte. Es un hecho que el 100 de los asesinatos perfectos no resueltos por la policía, son aquellos resueltos por la confesión del propio matador. Evitémonos la verguenza.
* En el caso de que no sea nuestra primera vez, el susodicho cualquiera debe poseer solo una característica en común con nuestra(s) víctima(s) anterior(es): ser humano. No vaya a ser que la contraten a Allison Dubois (Medium, por Sony los martes y domingos) y nos enganche por culpa de nuestro "patrón".

Y finalmente, debemos ahora definir el COMO:
Repasemos: mataremos con veneno, en un lugar público, a plena luz del día, y a alguien cualquiera totalmente desconocido para nosotros.
Se me ocurren varias formas, he aquí la mas práctica: Vamos tranquilamente al supermercado, nos dirigimos a la sección de frutas. Cuidadosamente sacamos esas naranjas con ricina que trajimos en el sobretodo y las colocamos junto con las de la pila a la venta. Tomamos de la góndola nuestro wisky preferido, pagamos, nos retiramos y esperamos hasta que los periódicos den la noticia.

Si bien es pasible de muchas críticas, es la mejor. Es simple, no despierta sospechas. Y no hay forma de inculparnos. ¡Oh, el regocijo de leer en "La Voz.com.ar" que el 'asesino de las naranjas' sigue siendo un misterio sin resolver en Córdoba!. ¡Podría hacer esto durante todo el verano!