Ma que Coria ni que ocho cuartos!

A los que leyeron mi Post JBIWT (que curiosamente fue el mas comentado en la historia de este blog), se habrán enterado que estaba en mis planes ir a jugar al tenis el fin de semana.

Fui a jugar al tenis el fin de semana.

La cancha estaba en el Cerro (zona paqueta de Córdoba, para los extranjeros que en un futuro lean esto cuando sea famoso) y muy bien adobada del polvo de ladrillo que se les suele poner. Era una cancha doble al lado de una simple. Yo jugué con una chica llamada Marisa -que fué quien me invitó- a la que le dicen Pony; nusetros rivales eran su amiga Kiwi (tienen que verla para saber porque) y su respectivo novio El Cresta. Yo era Eric a secas y me sentí medio desubicado por eso...

Como eramos cuatro, obvio, jugamos en la cancha doble. Era la primera vez en mi vida que veía una raqueta en tiempo real. Le pegué innumerables veces a la pelotita verde, y si hubiese jugado en la cancha de al lado, seguro ganaba. Hubo varios swings también en donde la bola se desviaba misteriosamente de la trayectoria de mi raquetazo para simplemente pasar de largo al grito de "oooosssssssoooooooooooooooooooooo".

Estuvo bueno, pero fue corto, una hora nomás. $15. Me quedé con las ganas. De seguir jugando y de Pony.