Fantasma II: el regreso
Jueves. 12:00PM mi teléfono celular me despierta con el estribillo de "Clocks" de Colplay (si, soy patético, uso el cel de despertador). Convencido de que mi día iba a ser "desayuno: media hora, vestimenta y humanización de rasgos físicos: 10 minutos, bondi: 20 minutos; y facultad: 5 horas"; abrí lentamente los ojos para ver las novedades del mundo virtual en mi PC.
"estas?", decía una ventana de MSN con el título "Vero". Me despabilé instantáneamente, y para mi emoción vi que la hora de envío del mensaje era cercana a la de mi regreso del mundo de Morfeo. Mi ansiedad aumentó aún mas cuando noté que ella seguía online.
Experimenté un cúmulo de sensaciones similares a las que podría llegar a experimentar un cazador de ovnis en caso de abducción. Para mi sorpresa, la mujer por la que horas de mi sueño meses atrás habían sido reemplazadas por la expectante vigilia, estaba ahí, respondiendo a cada una de mis frases.
Mis clases empezaban a las 13:30 y a las 16:00. Nuestra charla terminó por fuerza mayor a las 21:30. De más está decir que las listas de asistencia me extrañaron ese día.
Prometí (a mi mismo), no ser extenso en mis posts. Este no será la excepción, pero lamento informar que pronto se podrá leer la secuela de esta historia, y no me podré hacer responsable de su conteo de palabras.
Cuando uno se emociona pierde la noción del espacio y el tiempo.
Como ocurrió ese jueves.
2 comments:
Es como cuando finalmente pudiste acariciar a ese perro arisco de la plaza frente a tu casa, no?
No sé. A los perros de la plaza frente a mi casa los pateo.
Jajaja, re forro. Na, sabes que me gustan más los gatos :), pero supongo que reemplazando 'perro' por 'gato', si, el sentimiento es parecido.
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